Por
cuatro esquinitas de nada
Jérome
Ruillier
Juventud
Cuadradito quiere jugar en casa de sus amigos Redonditos, pero no pasa por la puerta porque… ¡La puerta es redonda como sus amigos! «¡Tendremos que recortarte las esquinas!», le dicen los redonditos. «¡Oh, no! –dice Cuadradito– ¡Me dolería mucho!» ¿Qué podemos hacer? Cuadradito es diferente. Nunca será redondo.
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